El vidrio templado securizado a diferencia del vidrio estándar (float) tiene una mayor
resistencia tanto a tensiones mecánicas como a diferencias de temperaturas.
La mayor
resistencia a las tensiones mecánicas, entendidas como la unidad de fuerza ejercida o
soportada por unidad de área
en el entorno de un punto sobre una superficie (en este caso la del
vidrio) es especialmente superior tanto en flexión como en choque, a este
respecto:
- Ofrece una resistencia al choque 5 veces superior al vidrio estándar.
- Es 2,5 más flexible que el vidrio float.
Otra característica diferencial del vidrio templado respecto al float es su comportamiento frente a una rotura. El vidrio templado se fragmenta en trozos pequeños, minimizándose de este modo los riesgos de heridas profundas. Esta característica hace del vidrio templado, específicamente indicado para todas aquellas aplicaciones donde se requiera protección ante el riesgo de heridas en caso de posibles roturas por golpes o choques.
Es posible dar todo tipo de formas al vidrio templado, podemos encontrar vidrio templado plano, curvo cilíndrico (entendido como curvados con un radio constante) o curvados esféricos (radios no constantes o complejos)
Así mismo el vidrio templado es utilizado tanto en acristalamientos monolíticos, laminados o con cámara (tipo climalit).
Así mismo el vidrio templado es utilizado tanto en acristalamientos monolíticos, laminados o con cámara (tipo climalit).
Los vidrios
templados admiten todo tipo de manufacturas taladros, muescas, taquillas, pero
deben ser realizados previo al proceso de templado, ya que una vez templado el
riesgo de rotura aumenta considerablemente.
El vidrio
templado admite todo tipo de colores y serigrafías desde las realizadas con pinturas
vitrificables, como orgánicas incluso de alta definición, permitiendo así unas
posibilidades de personalización ilimitadas.
Para obtener
el vidrio templado se realiza un proceso consiste en calentar, gracias a unos
hornos especialmente diseñados, el vidrio float hasta una
temperatura de entre 650 y 700 grados centígrados (en función del espesor del
vidrio) y a continuación realizar un proceso de enfriamiento brusco mediante
chorros de aire frio.
Gracias a los
avances tecnológicos hoy en día no hay problema para templar vidrios con
espesores desde los 3 mm a los 10 mm.
Imágenes cedidas
por Vidur, SA
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